La problemática de las personas que se encuentran privadas
de libertad es compleja, es un cambio en la vida diaria y en la libertad de ser
y hacer, con ese cambio, puede que
aparezcan dependencia a diversas sustancias, trastornos mentales, trastornos
psicológicos, distorsiones en la concepción de la vida en la sociedad, familias
desestructuradas, procesos de formación, una rutina de escolarización y/o de empleo truncados,
etc. Todas estas circunstancias que forman parte del ser y del comportarse de
esas personas llevan implícito un desequilibrio
ocupacional que se traduce en su rutina a nivel de autocuidado, ocio,
educación, trabajo, etc. (AOTA, 2008)
Las terapeutas y autoras de Terapia ocupacional en el ámbito
penitenciario Rincón,M. Ruiz,M. García,E. Teomiro,A. apuntan que “El medio penitenciario está ideado no sólo
como función de control, contención y pago de la deuda social, sino de
rehabilitación, reinserción, recuperación...es decir, se entiende como un
espacio de tratamiento donde el cambio personal sea posible, de tal modo que
conduzca igualmente a un cambio en la vida social de las personas condenadas.
Para que ese proceso de recuperación sea factible es necesario conocer cuál es
la realidad social, familiar, psíquica y ocupacional de cada uno de los
internos.” (1)
”El entorno
penitenciario como institución y como centro le supone al interno un contexto favorecedor
por un lado (encuadra, marca pautas, da cobertura a necesidades básicas,
facilita la educación, el desempeño de un oficio, la atención especializada..)
y por otro desfavorecedor (disminuye la cantidad y la calidad de relaciones
socioafectivas, dificulta la interiorización de la necesidad de la norma
social, propicia la visión de uno mismo como perteneciente a un micromundo
apartado de la realidad social externa, se promueve el control externo del
comportamiento, lo que pone obstáculos para la adquisición de la independencia
ocupacional..)”. (2). Este último
punto, se interpreta como una deprivación
ocupacional que ocasiona y/o contribuye en los suicidios, las disputas
entre internos, los episodios psicóticos, etc.
¿De qué manera la
terapia ocupacional interviene en los centros carcelarios, cómo esta puede
colaborar y llevar una rehabilitación por medio de la ocupación a personas
privadas de libertad?
La asociación
catalana Flamenco Vive y en una
intervención multidisciplinar en las prisiones de Barcelona, convocó el
proyecto “Flamenco Carceleras” donde
todas las personas que se encuentran en los centros penitenciarios de Barcelona
pueden participar en el concurso de las carceleras. El proyecto “Flamenco Carceleras” fundamenta en aprender a cantar a capela (sin
acompañamiento instrumental para poder cantar una Carcelera) con una letra
propia en un ensayo grupal de tres días por semana durante casi una año, así,
poder participar en el concurso, que por su parte, consiste en cantar una Carcelera en el tiempo estipulado por
el tribunal del proyecto y que el cantante sea el autor y el compositor de la
canción.
Los tres primeros ganadores del concurso y en función de su
situación penitenciaria, pueden optar a una remuneración, salidas o beneficios
penitenciarios según el régimen interno de la prisión donde el cantante/artista lleva a cabo su pena.
De las condiciones de este concurso es que no pueden
participar presos de módulos
peligrosos o presos con mala conducta, aunque
puedan participar en el proyecto, esto se traduce en una exclusión en la participación de los
presos.
¿Qué puede hacer
desde terapia ocupacional? ¿Formar parte del tribunal responsable del
concurso para evitar este tipo de exclusiones es la solución más cercana?
Son preguntas que se nos han quedado en el aire, debido a nuestra escasa
formación en el ámbito sociocomunitario y especialmente en el ámbito
penitenciario.
Bibliografía:
Rincón,M. Ruiz,M. García,E. Teomiro,A.(2009), LA TERAPIA
OCUPACIONAL EN EL AMBITO PENITENCIARIO, Recuperado desde: http://www.terapia-ocupacional.com/GruposTrabajo/Terapia_ocupacional_penitenciario_carceles.pdf